Analizamos la cara oscura del Ozempic, el medicamento «milagroso» para adelgazar, con la ayuda de dos nutricionistas

Analizamos la cara oscura del Ozempic, el medicamento «milagroso» para adelgazar, con la ayuda de dos nutricionistas

El Ozempic, un fármaco desarrollado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, se ha popularizado entre la sociedad como un remedio mágico para adelgazar. Es más, ya son muchos los famosos que reconocen haber utilizado este medicamento para bajar de peso. Sin embargo, su consumo tiene graves consecuencias para la salud, tanto física como mental, si no se realiza de manera adecuada y acompañada por un profesional.

Para analizar a fondo el papel de este fármaco, entrevistamos a los nutricionistas Miranda Ferrando y Carlos Mudarra.

Pregunta: ¿Qué es el Ozempic y para qué fue desarrollado originalmente?

Carlos: Ozempic es el nombre comercial de la semaglutida, un medicamento desarrollado inicialmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Más adelante, se aprobó su uso para tratar la obesidad en personas con comorbilidades asociadas, es decir, que también sufren de otras enfermedades o condiciones médicas relacionadas con la obesidad. Debido a que produce una reducción importante del apetito y de la ingesta energética, generando  pérdidas de peso llamativas, entre un 5% y un 18% en los ensayos clínicos.

Miranda: Realmente, el Ozempic es el principio activo, también existen medicamentos similares como el Wegovy o el Mounjaro, nombre comercial de la tirzepatida. Cuando desarrollaron este medicamento para tratar la diabetes 2, se dieron cuenta de que este principio activo es un receptor GLP1, que retrasa el vaciamiento gástrico, disminuye el apetito, ayuda con la respuesta a la insulina y estimula las hormonas de la saciedad.

Pregunta: ¿Qué efectos secundarios tiene este medicamento? ¿Cómo impacta este medicamento en el metabolismo y en el apetito? 

Carlos: Los efectos secundarios son frecuentes: náuseas, hasta en un 44% de los casos, vómitos, diarrea, estreñimiento, pérdida de apetito… y el impacto puede ir más allá del malestar puntual. Se ha descrito pérdida de masa muscular y ósea, déficit de nutrientes, riesgo de deshidratación o problemas renales, y un alto porcentaje de abandono del tratamiento. En la práctica clínica real, más del 50% deja de tomarlo antes del año, y hasta el 85% a los dos años. 

Además, reduce la ingesta energética entre un 16% y un 39%. Afecta el sistema nervioso central, las señales de recompensa y los centros de apetito. Pero no puede ni debe sustituir nunca una alimentación equilibrada ni el ejercicio. No es una alternativa al cambio de hábitos, es una herramienta más que, mal utilizada, puede hacer más daño que bien.

Pregunta: ¿Cuál es el riesgo de usar Ozempic con fines estéticos o de adelgazamiento sin supervisión médica?

Carlos: El riesgo es que muchas personas lo están usando sin indicación médica y sin trabajar la raíz del problema, que suele estar en los hábitos, la relación con la comida y sobre todo el entorno. Además, hay un enfoque erróneo al ver el peso como un problema exclusivamente individual y estético. 

Miranda: Si el tratamiento no se realiza bajo supervisión médica, nutricional y psicológica, el resultado puede ser una pérdida de masa muscular, Además, puede causar una deficiencia de vitaminas y minerales, que puede derivar en una enfermedad que no sea reversible. 

Pregunta: ¿Este medicamento puede sacarse de la farmacia sin receta?

Miranda: No, debe recetarlo un médico. Asimismo, si es para el tratamiento de diabetes el precio lo cubre la seguridad social, pero si es con fines estéticos debe pagarlo el paciente.

Pregunta: ¿Qué pasa cuando una persona deja de usar Ozempic tras haber bajado de peso?

Carlos: A largo plazo, si no hay acompañamiento nutricional y ejercicio, puede haber pérdida significativa de masa muscular y ósea. Y cuando se deja, es habitual recuperar el peso perdido: hasta dos tercios en el primer año, incluso cuando se ha hecho un cierto acompañamiento nutricional. Sin un cambio de hábitos profundo, el efecto es pasajero.

Miranda: Asimismo, si sigue habiendo esa demonización de los alimentos, esa falta de hábitos saludables, cuando vuelvas a la normalidad, engordarás de nuevo.

Pregunta: ¿Se ha observado un aumento de trastornos alimentarios vinculados al uso indiscriminado de este tipo de fármacos?

Miranda: Por supuesto. El efecto es similar al de la cirugía bariátrica, cuando los pacientes se hacen esta intervención, pierden tanta cantidad de peso que luego tienen una disociación, una alteración de la realidad en la que ellos mismos no se reconocen. No pueden hacer vida normal porque no saben quiénes son.

Lo mismo ocurre con las personas que pesan 120 kilos, toman Ozempic y pierden 30 o 40 kilos. Además, como te comentaba anteriormente, este medicamento no les permite comer mucho volumen de alimentos, pero cuando terminen el tratamiento, si no cambian de hábitos alimenticios, sufrirán un efecto atracón y tendrán más probabilidades de tener bulimia.

Pregunta: ¿Cuál debería ser el rol del nutricionista frente a pacientes que llegan pidiendo “adelgazar con Ozempic”?

Carlos: Escuchar, valorar y redirigir. El rol del nutricionista es ayudar a entender que el objetivo no es solo bajar peso, sino mejorar salud y generar adherencia. Hay que trabajar el comportamiento alimentario, la composición de los platos, las elecciones alimentarias, el entorno, la actividad física, el descanso, la gestión emocional. Si una persona solo quiere adelgazar con Ozempic, hay que explicar que el medicamento no resuelve el problema si no hay un cambio de base.

Pregunta: ¿Algún paciente te ha pedido que le recetes este medicamento?

Miranda: Sí, justamente hace poco vino a mi consulta una chica de 19 años con su madre, ambas con obesidad y me preguntaron si lo recomendaba. Les dije que primero vamos a probar unas opciones y si por algún casual la pobre chica se estanca, lo pasa mal y sufre porque no está perdiendo peso pues ya buscaríamos otras soluciones, pero nunca ofrecería esta opción de primeras.

Pregunta: ¿Existe una manera segura y controlada de incluirlo como parte de un tratamiento para la obesidad?

Carlos: Sí, pero sólo en casos muy concretos. Hablamos de personas con obesidad diagnosticada, con comorbilidades, que ya han intentado sin éxito un abordaje completo de estilo de vida, y que van a estar bajo seguimiento médico y nutricional estrecho. En mi opinión, el Ozempic debe ser la última bala, no la primera.

Nota: Las respuestas de los entrevistados están basadas en la última guía sobre el tratamiento GLP-1 publicada en mayo de 2025.

Andrea Navarro

Periodista con más de tres años experiencia en medios de comunicación, agencias y corporaciones.

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